
Hace un par de días me tocó dar una serie de sesiones formativas a alumnos de cuarto año de carrera de una prestigiosa universidad aquí en Barcelona.
El objetivo de estas sesiones era preparar a los alumnos para su inminente salida al mercado laboral y ayudarles a optimizar sus redes sociales con el objetivo de que pudieran tener mejores oportunidades en las entrevistas y frente a las ofertas de empleo a las que pudieran postular.
Uno de los primeros ejercicios que hicimos fue el de buscarnos en Google a ver qué aparece sobre nosotros. Los resultados fueron sorprendentes, algunos alumnos tenían muchas referencias, mientras que otros aparecían con menos, pero la casi la totalidad tenía ya una huella digital detectable, que le precedía.
Es decir, antes de poder contactar y tener una entrevista personal, tu identidad digital ya se encarga de generar una imagen de ti en la mente del que te observa desde el otro lado de la pantalla, independientemente de cómo eres en realidad. En el mundo real tienes una identidad pero en el mundo digital tienes otra.
A ese conjunto de informaciones que aparecen sobre nosotros en las búsquedas en Internet es lo que denomino como nuestra identidad digital. Es más, he desarrollado una fórmula que la expresa, que te la comparto a continuación y que la puedes ver también en el post o vídeo que acompaña a este podcast.
Es la siguiente: ID=Google + RRSS.
Es decir, nuestra identidad digital es igual a todo lo que aparece sobre nosotros en Google (como por ejemplo referencias de webs, blogs, imágenes y vídeos) más el conjunto de publicaciones e interacciones en las que hemos participado en redes sociales.
En pleno siglo XXI, es muy difícil que no hayas desarrollado ya una Identidad Digital en mayor o menor grado, tanto si has sido consciente de ello como si no.
Y he aquí el quid de la cuestión. Si no has sido consciente, tienes una especie de avatar salvaje pululando por el ciberespacio y generando la primera impresión frente a las personas que se interesan sobre ti y te buscan en Internet.
¿Qué te parece? ¿Da miedo? Bueno, si es tu caso, deberías tomar cartas en el asunto para ponerle freno a tu identidad digital salvaje. Y eso ¿cómo se hace? Pues bien, toma nota de los siguientes 3 consejos para revertir esta situación y lograr que que tu imagen digital trabaje para ti y no en contra de ti:
1. Sé consciente de que en el mundo digital, todo deja huella. ¿Te pusieron una multa y salió publicada en el boletín digital del municipio donde vives? Eso ya está en Google. ¿Publicaste una carta al director en un diario y salió en la edición digital? Eso ya está en Google. ¿Participaste en un foro con preguntas o respuestas? Eso ya está en Google.
2. No te expongas en redes sociales. Se trata de ser consciente de que las intervenciones o publicaciones en entornos de redes te pueden llegar a perjudicar, incluso judicialmente. En el terreno íntimo es donde se esconde una gran bolsa de situaciones que te pueden perjudicar en el futuro. Así que se cuidadoso y atinado con lo que publicas.
3. Todo permanece. Google lo indexa todo y se acuerda de todo. Una vez publicado e indexado, compartido y viralizado, es muy difícil revertir la situación y estará al alcance de todo el mundo. Si es tu caso, escucha el episodio pasado de este podcast de cómo quitar información de Google.
Ahora bien, si eres consciente de lo que te acabo de comentar, tengo una buena noticia para ti y es que es que todo lo anterior puede jugar en nuestro favor si, siendo conscientes de estos factores, los aprovechamos para no dejar nada al azar y a partir de ahora somos cuidadosos con lo que publicamos tanto en Internet como en las redes sociales. Con ellos conseguiremos que lo que Google tenga a su disposición sea una versión controlada de lo que queremos que aparezca sobre nosotros y no cualquier cosa.
Si obramos con consciencia y cuidado, nuestra identidad digital nos preparará el terreno de manera positiva y nos facilitará la tarea de conseguir nuestros objetivos en la esfera personal, laboral y profesional, anticipándonos frutos de toda especie.