Cada red social tiene un lenguaje propio y, por lo tanto, una forma precisa de comunicar. No obstante, existen pautas generales que se adecuan a los distintos canales de Social Media. Desde Community Internet, os presentamos el top ten:
1. Punto de partida: web o blog. Las redes sociales tienen como punto de origen una web o un blog empresarial. Los canales de Social Media han de servir como altavoces, no como sustitutivos.
2. Capacidad de síntesis comunicativa. Se ha de emplear un estilo directo porque, si los mensajes son breves, se multiplica su efecto entre los seguidores. El lector digital es impaciente y prefiere mensajes cortos. Siempre se puede ampliar la información provista en el caso de que así lo requiera el público.
3. Conocer el lenguaje de cada red social es vital para llevar a cabo una estrategia adecuada. Por ejemplo, en Facebook se siguen personas, en Twitter se siguen noticias, en LinkedIn se siguen contactos profesionales y en Pinterest se siguen imágenes y adjetivos. De manera que la reacción que se produce en las personas sería la siguiente: “¡Qué bueno verte!” (Facebook), “¡Qué interesante!” (Twitter), “¡Qué bueno conocerte!” (LinkedIn) y “¡Qué bonito!” (Pinterest).
4. La forma visual en la que se presentan los contenidos anima, o no, a su lectura. Hay que sacar el máximo partido a las posibilidades gráficas que ofrecen las redes sociales. He aquí unos ejemplos: en un blog se deberían utilizar negritas, títulos, listas de conceptos, optimizar enlaces… En Twitter sería aconsejable utilizar hashtags y enlaces. En Facebook los posts deben ser cortos y, preferentemente, acompañados de imágenes. Las fotos de Pinterest deben ser inspiradoras y derivar tráfico a la web empresarial…
5. Proyectar mensajes cautivadores que propicien un diálogo real y cercano con los usuarios. Por ejemplo, si tu empresa se dedica a la industria textil, en lugar de decir “¡Mira qué bonito es este vestido de la nueva colección!” expón: “¿Cuál sería tu momento ideal para lucir este vestido?, ¡Queremos saber tu opinión!”.
6. Acompañar el contenido con imágenes, gráficos e infografías. Vivimos en un entorno cada vez más visual y los usuarios conectan más rápido con este tipo de contenidos.
7. Tener una visión SEO. Los mensajes deben utilizar palabras clave acorde a cada sector de negocio. Las imágenes también deben estar renombradas y etiquetadas correctamente. Estas acciones favorecen la indexación de datos en los buscadores e influyen en el peso que tendrá tu compañía en la red.
8. Determinar los horarios de envío que generan más viralidad. Existen numerosas herramientas (incluso cada red social dispone de la suya propia) para determinar qué horas son las más aconsejables emitir mensajes para que lleguen al mayor número de personas posible.
9. Evitar la saturación de mensajes. El flujo de contenidos ha de ser coherente a la actividad empresarial y a cada red social para no cansar a los seguidores.
10. Interacción y engagement. Es vital responder las dudas y cuestiones planteadas por los usuarios. La interacción es la razón de ser de las redes sociales y, como tal, debe promoverse desde cualquier empresa que esté presente en los canales de Social Media.
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