El móvil no solo es nuestro centro de comunicación e interacción, sino que también es el guardián de nuestra intimidad, tal como queda reflejado en el argumento de la película «Perfectos desconocidos» de Álex de la Iglesia.
Si estudiáramos a fondo el móvil de una persona y pudiésemos acceder a sus fotografías (las que enseña y comparte y las que no), las capturas de pantalla que realiza, el listado de búsquedas, los contactos, los emails enviados y recibidos, los mensajes a personas y grupos en WhatsApp… seguramente podríamos llegar a trazar un retrato robot bastante fiel del aspecto físico de su poseedor y también de su vida social, de sus amistades, vínculos o intereses laborales, sus gustos, las relaciones sentimentales, además de aspectos psicológicos profundos.
El resultado de este hipotético análisis nos dibujaría un perfil del dueño o dueña del móvil que probablemente no reconocerían ni los amigos, ni la pareja, ni los jefes o clientes e –incluso– el o ella misma.
Teniendo eso en cuenta, ¿Te importaría dejar que estas personas accedieran libremente a tu móvil?
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.