Estando en Estados Unidos pude comprobar cuán abiertos, desenfadados y carentes del sentido del ridículo son los norteamericanos. Tienen la sociabilidad a flor de piel y lo demuestran de forma entusiasta con los que conocen y con los que no conocen.
Esta actitud favorece enormemente las relaciones humanas y también los contactos de negocios. Estás en una conferencia, por ejemplo, y el que se te sienta al lado te saluda, te pregunta de dónde eres y a qué te dedicas, con una sonrisa en la cara. La conexión es inmediata. En España, eso no ocurre con la misma facilidad.
Con un gran sustrato de sociabilidad como base, no es de extrañar que las redes sociales, las plataformas (como Facebook, Twitter, LinkedIn y tantas otras), programas, soluciones y estrategias de social media para los negocios se generen en Estados Unidos y se expandan desde allí, como olas, al resto del mundo.
Las redes sociales están impregnadas de estas características abiertas y de relaciones. Su implantación y uso generalizado fomentarán, sin duda, estas actitudes que con suerte trascenderán el entorno virtual para manifestarse un poco más en nuestra vida real.